La teoría se sostiene

América vs UNAM en el Estadio Azteca, domingo 22 de marzo de 2009. Una vez más el resultado de empate sin goles, algo que en la situación actual de ambos equipos significa ganar un punto para Pumas y perder dos para los cremas. El torneo en general acentúa la mediocridad de América que llega a 13 puntos de 33 posibles, sin palabras.

Pero me centro en el significado de un partido que termina sin goles, juegos que en ocasiones son tachados de aburridos porque no se tuvo el ingrediente principal, anotar, marcar, dañar al rival.

Considero que el cero a cero en un juego como este, sostiene la teoría de que la belleza del futbol existe, (se mantiene, se promueve) no a pesar del resultado sin goles, sino gracias a que aún sin tener cumplido el objetivo substancial por el que se juega, es posible ver una buena partida de futbol con rivalidad empeñosa, sin flaqueo alguno y lucha constante hasta el último segundo.

Para muestra enlisto:

- Lo que hizo el "Picolín" Palacios, que si ser un gran defensa (alguna vez relegado a Veracruz) hoy copó a Cabañas, cosa fácil.
- La que se llevó Memo Ochoa, que arriesgó el físico y quedarse sin herederos por tapar un disparo de Morales demostrando ser el mejor portero del país, sin duda alguna.
- El comportamiento de las barras, que en el caso de la UNAM, se mostraron como lo que son; los más antiguos, originales e imponentes cantantes en México al momento de alentar a su equipo.
- Edgar Castillo, que por primera vez da un buen juego con América y nos recordó lo que hacía con los de la laguna (que un jugador despierte del letargo en que cae solo se da en este tipo de juegos).
- El reconocimiento del público que no vio jugar mal a sus equipos, pero sí esforzarse y entregarse. Al pitazo final no hubo reclamos.

Que se equivoco el árbitro, que al final casi cae el gol del gane, que si Pumas no gasta y América desembolsó 18 mdd, que si el torneo es de baja calidad, etc., son temas de otro debate. Hoy pudimos ver una edición más de un partido que significa una añeja y legítima rivalidad (como pocas hay) con gran contenido futbolístico, al final de eso se trata este asunto.